Crecer para leer

Con 13 años leí la trilogía de El Señor de los Anillos y El Hobbit. Seguidamente empecé El Silmarillion. Sabía que era un libro complicado y denso, pero me empeñé en intentarlo. No lo estaba disfrutando ni entendiendo, y recuerdo que me pareció un amasijo de nombres extraños y acontecimientos extremadamente abstractos. Como era de esperar, no llegué ni a la mitad. Pensé que nunca conseguiría leerlo entero.

Me encuentro ahora en mi tercer intento. Empecé hace un par de meses, y leyendo un par de hojas al día he avanzado más que nunca. Estoy disfrutando como una cría. ¿Lo mejor de todo? Ya entiendo por qué no pude leerlo antes.

Mi padre siempre me ha dicho que para leer El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha debería tener por lo menos 40 años. Que se necesita haber vivido y leído mucho para apreciarlo por entero. Nunca lo había comprendido hasta ahora.

No me gustó El Silmarillion porque era demasiado pequeña como para apreciar un libro por algo más allá de su argumento. En aquel momento no sabía leer de otro modo. Ahora, 5 años después, me encuentro con que cada vez me fijo más en la forma además del contenido. Podría decirse que tras haber leído mucho y estudiado un poco, puedo ir más allá en mis lecturas. Estoy adquiriendo la madurez lectora necesaria para disfrutar de ciertos libros.

Lo que más me atrae de El Silmarillion es como está escrito. Es sencillamente hermoso. Más de una vez me encuentro con que se me saltan las lágrimas de la emoción, o con que tengo que leer de nuevo un párrafo para poder asimilarlo. Un ejemplo es esta explicación de los eclipses de sol. Muy sutil, y llena de belleza.

La doncella a quien los Valar escogieron entre los Maiar para gobernar la barca del Sol se llamaba Arien, y quien gobernaba la isla de la Luna era Tilion. (…)

Pero Tilion avanzaba con paso incierto, como lo hace todavía, y aún se sentía atraído por Arien, como siempre le ocurrirá, de modo que con frecuencia puede vérselos juntos por sobre la Tierra, y acaece a veces que él se le acerca tanto, que su sombra rebana el brillo del Sol y hay oscuridad en medio del día.

En ocasiones me parece imposible que algo así haya sido escrito por una persona. Parece magia. Y, en cierto modo, lo es.

 

 

 

7 comentarios en “Crecer para leer

  1. Yo empecé a leer el Señor de los Anillos con unos 10 años porque me había fascinado el Hobbit… Y no pasé de la mitad del primero, así que aún los tengo pendientes ( a ver si dentro de poco empiezo mi segundo intento)

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  2. Hoy he entrado por primera vez en tu blog y he disfrutado mucho con la profundidad de tus comentarios. Yo cuando conozco al autor suelo leer con su tono de voz, así que es como si estuviera pasando un rato contigo. Ya me he suscrito y estoy ansiosa porque llegue la próxima entrada. Myriam, tu madrina

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  3. Hola Ana, así lo descubrí yo también un día. Crecer para leer, o lo que es lo mismo, esperar al momento adecuado para que un libro que descansa en un rincón de la estantería, y que por mucho que se intente ha sido infumable durante años, te llame y se quede contigo para siempre. Sí, te llame, estoy convencida de que es eso lo que ocurre. Cuando un libro lo cree conveniente, busca a su lector y lo seduce justo en el momento apropiado: ese en el que está listo para disfrutarlo. Son ellos los que nos eligen y no al contrario, estoy convencida. Nos observan desde la estantería, durante semanas, meses e incluso años, y un día de repente, te hacen volver la vista hacia ellos, y es cuando te acercas con paso indeciso y lo abres con desgana y de repente te deslumbra y no puedes dejar de leerlo, y llega esa magia de la que hablas. ¡Qué momento! Y pareciera que ha ocurrido de repente, como de repente ocurren las cosas.
    Me gustan mucho tus entradas. Espero la siguiente. Y, por supuesto, tomo nota del libro, que no lo he leído porque aún no me ha llamado. Quedo a la espera.

    Un beso
    Isa.

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  4. Un libro sublime, lleno de detalles significativos. Intrincado, fruto de una mente maravillosa que inventó un buen puñado de idiomas con retazos de nuestra bella lengua y 10 más… incluso haciendo uso de lenguas muertas.

    Creo que ya te lo comenté en su día, pero tengo un cariño especial a ese libro. Es difícil de narices (por no decir otra palabra), te obliga a hacerte a lápiz en un din-A3, un árbol genealógico inmenso, sus descripciones son detalladísimas, las historias, preciosa. Todos tenemos un universo en nuestra mente y nuestro corazón y Tolkien lo consiguió convertir en parte de todos nosotros.

    Sí, es magia. Es la magia que solo la imaginación puede activar.

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    • Como una persona que recientemente ha comenzado a hacer sus pinitos en la escritura de ficción, he de decir que eso es lo que más admiro de Tolkien: que consiguiera plasmar en papel los maravillosos mundos que había en su cabeza.

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      • Espero poder disfrutar de la lectura de dichos suscritos manuscritos muy pronto, señorita… Ese mundo puede ser tan interesante como el del mismísimo Julio Verne. Solo hay que darle el empujón adecuado.

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